Capítulo 9

La niña y sus miedos 

Si le preguntamos a que le teme son menos las cosas a las que no teme. Le teme a las palomas le dan pavor y todo animal que tenga pico y alas, ella teme subir muy alto siente que se le mueve todo que se abre el suelo y que caerá sin remedio, le teme a los roedores así sean muy pequeñitos le dan repelús, le teme a los espacios cerrados, teme a la multitud siente que se asfixia. 

Temía a la muerte pero cuantos más años cumple menos temor le da, teme muchísimo las armas le dan un pánico extremo que la paraliza. 

Sin embargo la niña que creció fue superando muchos temores se dio el valor de enfrentarlos le queda aún mucho camino porque no es fácil ahuyentar a esos demonios que crecieron con ella.

La niña le tenía miedo a la soledad pero ahora ella es su amiga porque en esos momentos en el que se encuentran la ayuda a recordar, la ayuda a aminorar la ansiedad le da paz y sobre todo encuentra en ella la calma para continuar. 

La niña temía a hacerlo mal ahora eso ya no le preocupa sabe que de los errores se aprende sabe que no es malo equivocarse que cada día es un nuevo comienzo. 

La niña temía ser juzgada porque quería que todos conocieran su valía cuando fue creciendo entendió que lo más importante es cómo se sentía y todo el esfuerzo que le ponía para hacerlo bien, ya no se juzga, ya no se lamenta, aprendió a amarse y a pensar en sí misma.

La niña le temía a la oscuridad habían fantasmas en su cabeza ella corría porque pensaba que alguien la observaba con los años se dio cuenta que estaba sola que  eran sus pensamientos ella aprendió a controlar esa sensación y angustia.

La niña le tenía miedo a lo desconocido y a la muerte pero ha descubierto que hay un mundo más allá del que podemos ver ella tiene una familia hermosa y quiere que ellos sean más valientes de lo que ella fue es el deseo más grande de su corazón porque a su familia la hizo con mucho coraje aunque también con miedos.

La niña aprendió que el miedo es una sensación que te paraliza y que te impulsa a moverte, paradójico porque no van de la mano sin embargo necesitamos de esa emoción para enfrentarnos a todo.

Hay miedos que crecen con nosotros por algún acto que sufrimos de pequeños por cosas que quizá ni recordemos pero se puede cambiar busquemos cada uno de la manera que podamos mirarnos en ese miedo para reconocerlo y despedirnos de él hay miedos que aparecen por inseguridad y por falta de autoestima estos se pueden trabajar aprendiendo a creer en nosotros mismos a priorizarnos y amarnos por sobre todas las cosas.

El miedo no se irá de nuestras vidas va a estar siempre aprendamos a convivir con él a sacar lo mejor de esa emoción para que no sea un obstáculo si no el impulso para enfrentarnos con coraje y con emoción a lo que nos toque, la vida es hermosa por donde la miremos y tenemos que enfrentarnos a todo lo que nos paralice toca respirar, meditar pero sobre todo creer en nosotros mismos que somos los únicos que tenemos la potestad y valentía para vencerlo todo.

Ya no le temo al miedo porque sé que siempre aparecerá lo que hago es mirarme en él y preguntarme porqué está aquí qué es lo que pasa y cómo puedo hacer para que me deje seguir este es el preámbulo para seguir avanzando siempre y para siempre a mejor.