No recuerdo la hora en que me despertaste, lo que si recuerdo es que había llegado el momento, uno de los 5 más importantes de mi vida, me avisaste que estábamos a nada de conocernos y me tome el tiempo para que salgamos de casa sin prisas. Me comporté como toda una mayor.
Dicen que los del medio llegan a adaptarse. Tú llegaste y me fortaleciste, me di cuenta de la mujer fuerte en la que me estaba convirtiendo. Nos adaptamos al cambio y mamá en todo momento reclamó y pujó tan antes de tiempo que nos fuimos al paritorio con tu cabecita coronando la salida. Empezó el debate con el médico que iba hablando de todo lo que acontecía ahí abajo, uso la palabra fórceps y yo dije: “eso no” en fin. Ahora caigo porque sueles ser a veces un poco cabezota.
Desde el momento en que estuvimos en casa afrontamos batallas que no eran necesarias pero que estábamos obligados a vivirlas, pudimos vencer y dejar atrás aquello que hacía daño y lastimaba ojalá lo hubiera podido hacer antes sin embargo todo sucedió en el momento que debía de ser.
Fue fácil aprender cosas contigo y también poder expresarlas claro que tomo su tiempo el ser mejor; siempre celebraste mi maternidad a pesar que no era una mamá como todas, en cambio tú eras el hijo que querrían todas.
Siempre que miro hacia atrás son tus ojos los que veo, ellos hablaban por si solos cuando algo te dolía, cuando no podías hablar o cuando algo no te hacia feliz sin embargo hay silencios que a tu corta edad no supe entender, eras un niño que iba en silencio, que observaba, que guardaba todo en una mochila y que ahora te toca desocupar.
A pesar que el camino fue difícil verte crecer, bailar, cantar, trepar caerte y levantarte eran la señal y mi esperanza de que lo estaba haciendo bien.
Recuerdo la vez que soltaste mi mano y me dijiste que ya no podíamos seguir caminando así de esa forma hasta la escuela, eso rompió mi corazón. Pero es una huella bonita de que empezabas a crecer.
Eras un niño noble, obediente y amado siempre intente prometer lo que podía y sabría que podía cumplir a pesar que fui una madre joven con muchas abolladuras intente hacerlo de la mejor manera.
Ha sido un camino con una carretera llena de sorpresas, obstáculos, fantasmas, con tormentas, con sol y mucho frio, con un finde en el mar y lleno de risas, con chofer, con abuelos queridos y estrictos, con navidades llenas de luces y un Belén que era enorme y hecho con mucho amor, con globos y sorpresas cada cumpleaños, con una familia llena de primos, varios cambios de escuela, paseos interminables en combi y una madre durmiendo en el hombro de algún desconocido (dormía en cualquier lugar cada que podía; me faltaban horas) nos hicimos voluntarios por una buena causa, el ir conmigo al trabajo se hizo a veces rutina cuando no tenía con quien dejarles.
Que bien nos lo hemos pasado, las clases de conducción con ustedes dos en la parte trasera, las idas al hospital durante un largo año en que decidiste rompernos cada mes algo, pedir de comer tres pechugas porque nuestra familia era de a 3 fue divertido. Creador intelectual de nuestra fecha de ser familia.
Me hiciste intrépida, quise lograrlo todo y no apague el motor lo encendí y lo puse en marcha ahora veo en ti mi reflejo, mi amor, mi lucha, mi perseverancia, las ganas y el no tirar la toalla, aunque a veces no lo negaré que me agote, me ahogue y estuve a punto de caer. Si algo puedo decir que hice bien es ser la madre de 3 y la abuela de 1.
Recuerda: Tus alas siempre extendidas, que tu luz siempre brille tan fuerte como tus ojos, tu sonrisa me da vida porque tú eres mi vida. Llegaste a este mundo para transformar, crecer y crear jamás olvides que tienes un gran don que es el poder de transmitir y hacer sentir.
Agradezco por tu vida en la mía, por la madre tan orgullosa que soy y si me dejan pedir que me toquen todas las vidas contigo.

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Antes que se me olvide tiene la licencia CC BY-NC-ND 4.0
Este es un proyecto que lleva en mi cabeza mucho tiempo y que por fin puedo hacer realidad, espero os guste.